Cuando el “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy” no va contigo. ¿Procrastinación crónica? ¡Aprende como vencerla en 10 minutos!
Lo que muchos no
saben es que, dada su naturaleza conductual, la procrastinación es un hábito
que se puede modificar si se aplican los principios que gobiernan la conducta.
De eso se trata
este post, vamos a ver algunas de las causas de la procrastinación y una
técnica simple pero poderosa diseñada específicamente para revertir sus
efectos.
El demonio de la evitación
La
procrastinación suele tener consecuencias muy negativas. Atrasos y entrega de
los proyectos fuera de plazo, pérdida de credibilidad ante jefes y profesores,
estrés y angustia que aumentan a medida que el tiempo transcurre y no hay
avance alguno, malas notas y peores evaluaciones, y un largo etcétera.
Lo que muchos
desconocen es que hay distintos tipos de motivación detrás de la conducta de
posponer y posponer indefinidamente las tareas y proyectos.
Por ejemplo, en
algunas personas existe la tendencia a buscar la perfección en todos los proyectos, cosa que puede demorar su inicio
debido al temor de que el resultado no esté a la altura de sus estándares
habituales.
Otra motivación para procrastinar es que la tarea en sí se
presenta como un desafío demasiado
complejo y la persona no sabe por dónde empezar.
También puede ser
que el miedo al fracaso se
manifieste bajo la forma de pensamientos negativos y dudas acerca de la
capacidad de llevar la tarea a buen término.
Finalmente, puede
ocurrir simplemente que lo que hay que hacer no es muy entretenido y prefieres hacer algo que te gusta más como
mirar Facebook o leer este artículo.
Desde un punto de vista puramente conductual, la procrastinación
es una forma de evitación
(simplemente evitas hacer aquello que sabes que tienes que hacer y, en su
lugar, haces cualquier otra cosa). Es decir se trata de un patrón
de conducta que se repite
ante ciertas situaciones, y por lo tanto puede ser identificado y modificado
con las técnicas apropiadas.
Lo primero que
debes hacer es fijarte en las situaciones que comúnmente te suscitan ganas de
postergar el inicio de una tarea y determinar con la mayor precisión posible
qué clase de situaciones son. La idea es identificar el tipo de motivación que
puede estar detrás. ¿Se trata de alguna de las motivaciones que revisamos más
arriba?
La técnica de los 10 minutos para vencer la procrastinación
- Elige una tarea pendiente que hayas estado
postergando y consigue un reloj con alarma.
- Programa la alarma para que suene en 10
minutos. Vas a trabajar sólamente durante esos 10 minutos, ni un segundo
más…
- Comienza a trabajar y cuando suene la alarma
detente. Descansa un par de minutos, tómate un café…
- Fíjate si quieres seguir trabajando otros 10
minutos y repite el proceso.
- Si no, no importa, haz otra cosa y programa otros 10 minutos de trabajo para un rato más.
- nota: el café es opcional…
Ahí está. Los
principios conductuales sobre los que está construida esta técnica son muy
potentes así que ¡adelante! Ahora te toca a
ti…
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